Esparrin contra un Prú.

alergia Cualquiera que encontrara esta imagen pensaría que se trata de una golpiza como la de la broma de mal gusto que se publicó hace poco. Pero esta vez es verdad y no fueron los supuestos “latinoamericanos enardecidos” los causantes del problema. Sino un prú.

Resulta que varios alumnos que estamos estudiando en las noches una Laurea en Humanidades en el Instituto Félix Varela, decidimos salir a tomar un jugo durante un turno libre. Después de deambular por las calles de la Habana Vieja sin éxito encontramos un feo cartel que ofrecía jugo de piña y prú. Como oriental al fin, esta bebida me gusta mucho y unido al calor y al cansancio que ya era notable, le parto para arriba al dichoso prú.

Convencí incluso a otros estudiantes habaneros para que se familiarizaran con la tradicional bebida. Cuando el señor trae las botellitas plásticas y las destapa sin que se escuche el típico ruido por la fermentación natural, ya empiezo a desconfiar, pero lo bebo de inmediato.

Aquello era una especie de cocimiento con un sabor del carajo. Lo dejé casi todo y le pregunté al señor de qué lo había hecho. Él me contesta que “bueno, de lo que aparece” y me hace una larga lista de posibles raíces a utilizar. La verdad es que mis abuelos nunca me hablaron de tan ancho abanico de variantes para hacer el prú, pero me fui sin discutirle. No creo que un señor mayor, casi seguro que jubilado y evidentemente pobre, sea a quien hay que echarle las descargas.

Ya en el aula me empieza una revoltura y un dolor estomacal que casi no me deja terminar el turno. Llegue a casa doblado con un cólico que no me permitía respirar bien. Creo que bebí un batido de Giardias hambrientas. Por suerte, no fue algo más grave.

Con el dolor en aumento busqué en mi botiquín un analgésico que traje “de fuera” y que no debería hacerme alergia como otros que ya tengo en lista negra. Al menos eso me dijo un amigo médico. Pero no tuve suerte. Enseguida me puse hinchado como un sapo y lleno de ronchas.

Terminé con Hidrocortisona en vena y un largo etcétera…

Pero el cólico se me quitó. 🙂

Reconozco que la culpa de todo es solo mía. Cómo pude olvidar que el gobierno de Cuba no cae en esas boberías de la decadente Europa y de Norteamérica, de pedir tantos certificados y embotellar las cosas. Aquí son más prácticos. Autorizan los negocios pero te dicen por la TV como con el cigarro, “no lo tomes”, si tomas un refresco y te jodes, es tu responsabilidad. Chirrin Chirran.

El debate sobre redes hidráulicas, agua potable, procesos sanos, bla bla bla… sobra. Esas son calumnias de esa oposición vendida y mercenaria, que no entiende que aquí lo que importa son los cinco y la revolución. ¿O no han visto la marcha universitaria de ayer?

Así que nada, la próxima vez que un grupo de estudiantes tengamos sed o deseos de tomar un jugo y no tengamos dinero para pagar uno caro y artificial, nos arengamos unos a otros con par de buenas consignas y tema resuelto. No hay riesgo posible, de mejorar.

Ing. Eliécer Ávila Cicilia

Mail:  somosmascuba@gmail.com

  • Tel: +53 5 236 2995
  • Dir: Esperanza 165, e/ San Quintín y San Gabriel, Cerro, La Habana, Cuba. CP. 10600.
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Eliécer Ávila

Presidente del Movimiento Somos+

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6 comments on “Esparrin contra un Prú.
  1. ¿Y no le quedó ni un dinerito de todos los viajes que hizo? Por cierto, ¿pagados por quién?

  2. No creo que sea casual…es una forma de decirte «ten cuidado…te tenemos en la mira» …así que yo que tú, ando con mis panitos y juguitos preparados en casa…es un consejo sano man…cuidate

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