Un mensaje de mi fe para el Órgano de Seguridad del Estado

Mensaje

Por Pedro Lago Segura

Si crees que puedes cambiarme con tu posición de poder, no sabes en dónde radica el verdadero poder. Y si piensas que con amenazas evitas que me haga escuchar y escuchar a los demás, no eres libre en espíritu y confundes a los débiles deformando totalmente un ejercicio democrático.

Mensajes anónimos no me intimidan. Y así no evitarás nunca que diga y que exprese lo que siento. Y tratar de manipular los alrededores en donde quiera que intento buscarme el sustento, tampoco no les resultará del todo bien. Puede que provoquen un poco de desconfianza y de temor hacia conmigo, pero el que verdaderamente me conoce y comprende en profundidad mis ideas, sabe realmente que es lo que soy y que es lo que quiero, que no es más que el bien para mi país y para todos, incluido ellos y todos ustedes también.

Están equivocados y no saben cuánto. No están haciendo otra cosa que tronchar sus objetivos principales, dándose menos credibilidad y restándose más pueblo cada día.

Inculcando miedo no se construye un modelo ni una nación. Los que lo hacen terminan construyéndose en sí mismo e internamente un ambiente de temor y desesperación. Porque el que teme ahora con razón por culpa del que cree tener razón y no cree tener miedo, mañana quizás no perdonará a los que sí han temido siempre cuando por la fuerza imponen y someten a su pueblo. Y esperemos que no sea así, si lo que queremos es ver a nuestra patria sentirse orgullosa de tenernos.

Mis enemigos se construyen ellos mismos, pues yo no tengo prejuicios ni tampoco intolerancia. Soy de los que cree que la lucha tiene mucho más sentido si se hace desde la raíz más que desde la distancia. No me preocupa mi destino, pues sé que será para bien lo que hago y que nunca dejaré de hacer.

¿Que estoy un tanto estresado?, es verdad. ¿Que estoy algo cansado?, también es verdad. ¿Que tengo problemas?, pues todos de una forma u otra lo tienen. Este país está lleno de ellos. Pero mi ser, mis ideas y mis principios siguen y seguirán intactos, aunque tenga todo un mundo contra mí y todos los problemas del mundo. No cuento con el apoyo de mi padre en cuestiones de política, pero por lo menos su respeto y tolerancia la he sabido exigir. No importa lo que me suceda en la calle (a pesar de tener más apoyo que rechazo), con mi familia lo tengo todo y a todos, y eso solo Dios me lo puede arrebatar.

¿Que cambie de parecer?, jamás. No me han dado ni me darán nunca motivos. Conozco a Cuba y sé lo que padece sin necesidad de salir de ella ni conocer otros sistemas y otras sociedades. Cuba es Van Van, es Silvio Rodríguez, es Pablo Milanés, Los Aldeanos, Compay Segundo, Buena Fe y otros más. Pero es también Celia Cruz, Andy García, Willy Chirino, Arturo Sandoval, Bebo Valdés, Los Estefan y otros muchos más. Esto es música, esto es canto, esto es baile y es pasión. Es cultura, tabaco, es arte y es son. Es lucha, dolor, paz y religión.

Espanta tu egoísmo, tu intolerancia y tu orgullo injustificado. La Patria no nos necesita solamente a ti y a mí, nos necesita a todos. Y tengo suficiente razón para creer que este pueblo es más revolucionario que socialista, aunque no ha sabido serlo suficientemente como para exigir algunos de sus derechos robados.

Desiste de todo lo que te ata y te hace ser un esclavo. Deja de escudarte en el patriotismo, para defender a unos déspotas con sus ideologías que no tienen por qué ser la de todos por capricho, por doctrina estatalizada ni por hipócrita compromiso. Se puede ser patriota y quizás hasta revolucionario, sin ser marxista o leninista, sin ser comunista o socialista.

Martí nos dijo que el patriotismo es un deber santo, cuando se lucha por poner la patria en condición de que vivan en ella más felices los hombres, y es censurable cuando se le invoca para impedir la amistad entre todos los hombres de buena fe del universo.

Por eso te digo que es necesario que se vea y que se exija al estado como protector, al país como el hogar, y a la nación como una gran familia donde quepan los muchos y los pocos, los buenos y los malos, los pobres y los ricos, los infelices y los honrados. Donde quepan: estado, ciudadanía, gobierno, oposición, partidos, pueblo, socialistas, disidentes. Eso es democracia. Eso es independencia. Eso es lo que quiero que sea Cuba. Eso es lo que te exijo y lo que te exigiré, y lo que muchos y de mil maneras diferentes, te exigen y te exigirán también. No pretendo que pienses como yo, pero no pretendas que piense como tú.  No creo en oportunistas, no creo en dictadores, no creo en «nacional socialistas» como dijera Juan Carlos Cremata, ni en corruptos planificadores. Creo en la libertad individual, en las oportunidades que brinda la democracia y en lo que se hace con el alma y con el corazón.

Ahora te pregunto a ti. ¿En qué crees tú?

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5 comments on “Un mensaje de mi fe para el Órgano de Seguridad del Estado
  1. Sr. Pedro Lago: Gracias por sus palabras que nos despiertan el cubanismo que todos los cubanos llevamos dentro, donde quiera que nos encontremos en el mundo. No podemos dejarnos amedrentar por esa gentuza de los castros, que lo único que tiene como objetivo es separarnos, tanto como a los que viven dentro de la isla, como a los que estamos afuera. Sigan su misión con valentía como lo han hecho hasta ahora, sigan adelante, y luchen por todos, por los de allá y por los que andamos esparcidos por el mundo. El mundo los sigue, vemos su labor, y sentimos por ustedes, por lo que luchan, y muchas veces también su dolor es el nuestro. Luchen por que Cuba sea nuevamente libre, como algún día Martí lo quiso. Los Castros y su cleptocracia nos han robado todo: a muchos las ganas de soñar y rehacer nuestra vida en Cuba, el desvivo por reconstruir nuestra isla, que aunque pequeña siempre ha dado hijos valientes, talentosos, honestos. Nos han robado hasta las ganas de sentir que somos un solo pueblo, una nación, unidos y que queremos lo mismo para todos: Vivir una vida en libertad, democracia, en la tierra que nos vio un día nacer y en la tierra donde todos los cubanos deseamos un día cerrar los ojos, y ser parte de ella. Muchos hemos sido desterrados, por alguna razón u otra, pero el cubano nunca nadie te lo quita de adentro; no sabemos ser mas que eso. Nuestras ansias por ver a Cuba sin el dominio castrista hacen que sigamos su causa. Los vemos con ojos bien abiertos, y los admiramos, y sabemos sus nombres, y sentimos aunque muchos de lejos, esa añoranza que los mueve a luchar. Algún día, no muy lejos espero, disfrutaremos de Milanés, Chirino, y Gloria Estefan, todos en un escenario cantándole a una nación libre; viendo a sus hijos bailando sobre esa tierra que nos vio nacer.

  2. Pedro, vos a quien te diriges con ese post, tal parece que algo te resiente y no lo dices claramente. Te muestras como una persona indecisa e imprecisa, confusa, como muchos de son los mismos. Finalmente creo ese escrito te hiciste para ti mismo.

    • Vaya!! estabas demorando en salir. Y yo que me preguntaba que era de ti. Pues te diré que me tomé la tarea de seguir un consejo de un amigo cuando me dijo que hay personas que te enfrentan no porque verdaderamente tienen motivos nobles, sino porque no tienen nada que hacer y lo único que que quieren es molestar. Eso va para ti. Asi que no te tomes más el atrevimiento de comentarme. ok????

  3. Leyendo este articulo, recordaba los rostros de muchos de los policías que a diario veía en la Habana Vieja donde vivía, e incluso con los que en mas de una ocasión tuve que lidiar. La verdad y sin animo de ofender, me parece que tres cuartos de las fuerzas represivas en Cuba no entenderían este articulo. No por que sea complejo, sino porque la mayoría de las fuerzas represivas son personas tan adoctrinadas que han renunciado a su capacidad de pensar y analizar, dejando que otros piensen por ellos. En otros casos, creo que la capacidad intelectual se lo impide, y los pobres actúan como simples autómatas. No descarto que hasta puedan haber quienes simpaticen o hasta se identifiquen, pero estos los ,»vivos», prefieren hacerle el jueguito al gobierno a cambio de «miserias materiales». Y lo mas tristes cúantos de los miembros del órgano de la seguridad podrán leerlo. Aun así, bien vale el esfuerzo de haberlo escrito, quién sabe…

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