Mi cable y yo. ¿Fibra óptica en mi pueblo?

Mi cable y yo

Por Frank Rojas Torres

Hoy es 15 de octubre del 2015 y un suceso que debía ser trascendental para todos mis coterráneos no pasa de ser más que otra falsa alarma, una más de las tantas expectativas que se quedan en solo eso. Otra promesa a cumplirse a largo plazo, solo porque »los pasos a dar se deben de pensar muy bien para no cometer errores».

Lo cierto es que la noticia que semanas antes corría de boca en boca creciendo o encogiéndose según lo que cada uno le aportaba o le quitaba, mostrando ese editor que todos llevamos dentro, se hacía realidad semanas después.

El tan anunciado, alabado, soñado y esperado cable de fibra óptica llamado ALBA-1, finalmente hacia su flamante entrada en los terrenos de mi pequeño pueblo de campo abriéndose paso entre las sólidas rocas que conforman su subsuelo, empujándonos un poquito más mientras tratamos de acortar la tremenda brecha que en estos temas como en casi todos, nos separan de la mayor parte del mundo exterior.

Pues sí, ahí estaba tan orgulloso dejándonos saber cuan inmensa es la cantidad de datos que por sus venas pueden correr. Majestuoso se mostraba haciendo alarde de lo que podía hacer y restregándome en la cara que en materia de información e informatización estamos acá, como se dice en buen cubano »más atrás que el ampalla» o a años luz del mismo siglo en que vivimos.
No puedo negar que grande fue la emoción que me inundó sintiendo el privilegio de recordar que soy humano.

Desde Venezuela había nadado hasta aquí el cable que nos conectaría con la civilización, con nuestros semejantes dejando atrás la vida salvaje, de cavernícolas ignorantes. Ahora si me parecía que por fin pertenezco a la era moderna. Me sentía ya mejor ubicado en tiempo y espacio. Eso me hizo pensar en la idea de tener tan cerca de mí la llave para viajar »al infinito y más allá».

Frente a mí, la brigada de obreros y maquinarias del ejército -algo ya sospechoso, mmhh- encargados de crear las condiciones pertinentes para el buen funcionamiento de la nueva tecnología, trabajaban duramente abriendo una zanja por donde se tiende el susodicho cable hasta los terminales, mientras los curiosos -como yo- poco a poco se iban reuniendo en los alrededores del área de trabajo haciendo preguntas e intercambiando opiniones de algo que también era novedoso para ellos a la vez que tiraban sus piedras a ver quién acertaba en que cosa era aquello.

Bueno no es que me guste el chisme, pero no puede evitar que la curiosidad me empujara a ver de cerca como es el proceso de conexión a los terminales. ¿Quiénes serían los objetos de pruebas? Si porque cada cosa que aquí se hace se somete a una meticulosa prueba antes de masificarse para no dar ni un solo paso en »falso».  Por eso funcionamos tan »bien» Por eso este país está en la »vanguardia» de »todo» No podemos darnos el lujo de cometer »errores». No podemos darle al »enemigo» ni la más mínima oportunidad de criticarnos nada -¿Bueno y quien es ahora nuestro enemigo?- Caramba, tendremos que fabricarnos otro ya que los americanos de pronto se convirtieron en nuestros friends. Bueno, ya aparecerá alguno por ahí que nos quiera »bloquear» y ponernos en alguna lista negra.

Bien, como les iba contando, una fuerza irresistible me empujaba por toda la calle 3 siguiendo al »señor cable» como en su tiempo lo hiciera Teseo tras el hilo de Ariadna llevándolo a la salida del laberinto del Minotauro.
Mientras camino me sigo preguntando por los escogidos para tal experimento. Doblo la esquina al final de la cuadra y sigo mi cable, sí porque ya es mi cable. A esta altura y con toda esta alegría que me embarga ya lo siento mío, parte de mí y de mi familia. Ok, no es a fulano, ni a mengano, tampoco en la panadería, ni en la bodega. Como es lógico debe ser en la biblioteca. Tampoco es ahí Frank. Que extraño, pero sigo a mi cable. ¿A dónde me lleva mi cable?

Casi me enredo con un señor en bicicleta mientras camino por la calle conectado ya con mis amigos, investigando cosas, buscando información, redescubriendo mi país y su rica historia, en especial la no contada, explorando un nuevo mundo o hasta encontrando quizás una nueva chica a quien conquistar a través del ciberespacio.

Llego a la otra esquina y alzo mi vista para hacer un cálculo de cuanto me faltaba por caminar buscando donde se metía mi cable y al fin doy con su destino. ¡No, no puede ser! ¡Esto tiene que ser una broma y de muy mal gusto! A punto estuve de caerme de nalgas cuando ante mis ojos atónitos mi cable, mi amigo cable entraba como »pedro por su casa» a la jefatura de la PNR.

¿Pero, qué hacía él allí? Recién acababa de llegar a mi pueblito humilde y ya lo estaban citando seguramente para advertirle que la cosa no sería como él y yo pensábamos, no señor, sino que primero tenía que pasar por ahí antes de entrar a la vida de todos nosotros, porque aquí todo se hace con »orden». Esa seria su Aduana, donde de seguro le quitarian muchas cosas de las que traia para mi y para mi gente. Supongo que le dejaron bien claro que puede o no decir o que puede o no dejarnos ver.

Ya sentía como me embrutecía nuevamente y retrocedía otra vez en el tiempo alejándome más y más de mis amigos y del enorme universo que minutos antes me decía que esperaba por mí. A punto estuve de gritar de tanta rabia y frustración. No les puedo negar que casi lloro.

De pronto vino a mi mente la imagen de un gran filtro por donde pasaría el tráfico de información que en todos sentidos posibles viajaría a través de mi cable. Enseguida me di cuenta que fui un iluso al creer que todo seria tan facil bajo este régimen de “total” totalitarismo. Me traicionó la ingenuidad al pensar durante mi recorrido detectivesco que esa novedad llegaría a mí así como así. Automáticamente comencé a enlazar los últimos acontecimientos ocurridos en torno al edificio donde radica la PNR, sometido desde hace ya un par de meses a cambios en su estructura y algunas que otras remodelaciones.

Claro, tienen que crear condiciones para adaptarse mejor a la nueva area de trabajo. Había muchas cosas que cambiar para que cómodamente me escuchen hablar con los »gusanos» para ellos, hermanos de lucha para mí.

Hoy es 7/11/2015 y lo que para mí iba a ser una fecha grande en mi pequeño pueblo de campo pasó a engrosar esa larga lista de las cosas que hoy me mueven a seguir buscando una Cuba diferente. Sigo soñando despierto con algo que llegó, pero siguió de largo como el camarero que te pasa enfrente con un suculento plato, dejando a su paso el olor de lo que quisieras comer y no puedes porque el dinero no alcanza para darte ese lujo.

Hoy 7 de noviembre del 2015 y a casi un mes del arribo a tierras Limonareñas del cable de fibra óptica, mi socio, mi hermano, me quedo con las ganas de tocarlo y un extraño sabor amargo que me recuerda de donde soy, mientras aun veo abiertas en sus calles, las heridas hechas por aquellas máquinas de procedencia dudosa, ahora infestadas de basura y agua sucia como marcas inequívocas de un sistema que solo eso nos deja, heridas abiertas y llenas de suciedad.

Hoy quiero reírme de mí mismo por tonto y para lograrlo convierto esta historia de la vida real en una de las escenas del popular cuento »La Caperucita roja» y en el reparto de papeles, la PNR es el lobo que me espera ya en cama después de tragarse a mi abuelita -mi cable-. Yo, la tierna e inocente Caperucita quien al llegar a la casa de su abuelita y verla en cama con cara de lobo le pregunta:
Yo, caperucita – ¡Pero abuelita, qué orejas más grandes tú tienes!
PNR, lobo – ¡Ah, eso es para OÍRTE mejor mi nietecita!

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5 comments on “Mi cable y yo. ¿Fibra óptica en mi pueblo?
  1. Hola Hermanos
    Disculpen que haga esta pregunta aquí, y además no tiene nada que ver con el artículo.
    Tengo una hija en Cuba y le mandé un dinero a la mamá que está en Brasil para mi niña. La OFAC me confiscó el dinero de la transferencia. ¿Alguien sabe cómo solicitar la devolución de este dinero?

  2. Es bueno saber la visión de los cubanos y todo como va funcionando. Gracias por el artículo.

  3. David, La credibilidad del «drogadicto» y el «mentiroso» la tienen ganada por la contundencia, coherencia y analisis de lo que escriben.

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