Con la intención no basta

 

Con la intencion no basta

Por George David

«Asimilarse lo útil es tan juicioso,

como insensato imitar a ciegas»

J. Martí

Cuba ha reiterado su intención de convertirse en líder en la comercialización de los servicios médicos, anunciando una gama de posibilidades que abarcan desde lo asistencial, lo farmacéutico, hasta la docencia y el ámbito académico.

Esta meta no es logro ni novedad,  impone retos, que han impedido su materialización, mientras cada año en el marco de la feria internacional de la habana se reitera la aspiración, que termina dilatándose ante algunos factores objetivos que impiden la gestión, sostenibilidad y calidad en la concepción de este empeño, sobre todo en lo interno.

Cierto que la exportación de los servicios del sector han constituido una importante fuente de ingresos en los últimos años, 50 000 colaboradores médicos prestan atención en 66 países y este año las autoridades de la isla prevén ingresar más de 8200 millones de dólares por exportación de servicios sanitarios, lo que supone el 64% del total de las ventas de servicios cubanos al exterior.

La mayor parte se dirige a países con ideologías alineadas al gobierno cubano, lo cual hace vulnerable estos contratos al sesgo político, pues dependen en gran medida del tinte que tengan gobiernos receptores. La deserción de cientos de profesionales que viajan a estas misiones es un asunto del cuál La Habana ya ha mostrado su preocupación públicamente. Enfrascados en el empeño, durante los últimos años han dedicado esfuerzos en la organización e inversión para lo cual incluso se creó una empresa comercializadora: Servicios Médicos Cubanos, desde la cual el MINSAP jerarquiza toda la actividad relacionada.

No obstante el proyecto tropieza con la realidad, comenzando con que  las instalaciones dedicadas a este mercado no logran acercarse en su totalidad a los estándares internacionales, no tanto en lo asistencial, como en el resto de los servicios asociados que conlleva la estancia hospitalaria.

Recientemente (8/2015) familiares de una turista cubanoamericana hicieron lo imposible por trasladarla de la isla. Pues a pesar de tener una adecuada atención médica, luego de un accidente de tránsito, no  existían los alimentos y avituallamiento que demandaba la paciente en cuestión. En materia de indemnizaciones por daños y perjuicios tampoco existe una cultura consistente desde lo legal a lo financiero.

El equipamiento, confort, tecnología de punta y la preparación del personal distan de ser lo que se demanda. Baste decir que increíblemente cientos de profesionales de la salud no tienen un manejo primario de las tecnologías de las informática y las comunicaciones en un negocio donde hoy todo está altamente automatizado desde las estadísticas hasta la información que se le entrega al paciente en formato digital por solo citar dos ejemplos de los más ordinarios.

A excepción de las clínicas para turistas donde existe un elemental y nada moderno nivel de informatización el resto de las instalaciones del sistema nacional de salud, que inexorablemente se vinculan a este proyecto, no tienen ni los más primitivos elementos para crear sus sistemas.

Cuba es el país de las Américas que más retrocede en el sector de las Tecnologías de la Información y la Comunicación, según datos de un informe de la Unión Internacional de las Comunicaciones 2015. La Isla pasa del 119 al 129 en la escala y se mantiene en la última posición en la región latinoamericana.

Agreguémosle al factor humano el innegable y evidente desestimulo del trabajador del sector que no se revierte con un aumento de salario pues no es la única causa y se acrecienta a la luz de las nuevas medidas para salir al exterior nada bienvenidas en el gremio y que cuestionan hasta los derechos civiles de los galenos.

Por otro lado el gobierno cubano afronta un reto al comercializar una actividad que si bien es gratuita para la población, hoy por hoy no se brinda con una buena calidad, consciente es, pero no da para afrontar las pésimas condiciones de infraestructura, higiene así como el  déficit de personal e insumos, A pesar de los malogrados y reiterados intentos del MINSAP para revertirlos.

Cifras aportadas por el ministro del ramo daban en el 2014 la asignación de más de 91 millones de dólares solo para la compra de repuestos y tecnología. Datos que contrastan con los del 2015, donde se divulgó que para el proceso inversionista se destinaron más de 50 millones de pesos para la adquisición de equipos médicos y no médicos, además sobrepasaron los 300 millones de pesos los consignados al programa de reparación y mantenimiento de los objetos de obra en toda la Isla.

Desangrados en una gestión que no se traduce en resultados pues no consigue aptitud ni sostenimiento continúo debido a que se repiten bajo las mismas e ineficaces fórmulas que aún rigen a la política y economía en la isla.Al distinguir las clínicas internacionales  se crean un dilema con la población que valora la diferencia, no solo en el aspecto material, reiteradamente el servicio a los foráneos llega a competir en una consulta, un laboratorio o un turno quirúrgico con el paciente cubano, acarreando un costo político añadido a el déficit de especialistas que también se reclama.

En una entrevista reciente (11/2015) el Dr. Julio Enrique Castañer Pérez, directivo de la Comercializadora comentó sobre los propósitos de la empresa detallando algunas estrategias que contempla una primera línea y que permitirían el aumento de ingresos al país tiene que ver con el desarrollo de 16 programas de medicina curativa y de calidad de vida en 14 instituciones cubanas.

Algunos de los centros involucrados son la Clínica Cira García, el Centro Internacional de Salud La Pradera, el Hospital Hermanos Ameijeiras y el Centro Internacional de Retinosis Pigmentaria, los cuales están considerados como la vanguardia en materia de medicina en Cuba. Sin embargo, a excepción del Amejeiras, en ninguno está permitido el servicio a los cubanos que viven en la isla.

Las cifras de pacientes extranjeros atendidos que dan las estadísticas de estas unidades no reflejan la verdadera dimensión del mercadeo debido a que incluyen un número desproporcional de pacientes venezolanos que no forman parte de los resultados de una real estrategia de marketing y gestión.

Como parte de los obstáculos no falta a esta cita la burocracia, enemiga de todo proceso comercial,  contractual y omnipresente en todo el esquema socioeconómico del socialismo como causa de su inherente y desmedido control. ASISTUR sociedad mercantil que maneja los seguros, las coordinaciones de exámenes médicos, la transportación aérea, etc… es buen ejemplo en lo que al tema respecta.

Otro tanto en el contraste lo merita BIOCUBAFARMA, la industria con que según propone el vicepresidente de Negocios de CSMC, beneficiar a los clientes. Refiriéndose a los variados productos y servicios de alta calidad diseñados por BioCubaFarma, dentro de los cuales están la aplicación del Heberprot-P para el tratamiento de las úlceras del pie diabético, la vacuna CIMAvax-EGF, indicada en el tratamiento del cáncer de pulmón.

Los ensayos de determinación cuantitativa del antígeno específico prostático en muestra de suero humano; kits del cáncer de próstata; de citología orgánica; el videocolposcopio en la búsqueda diagnóstica de cáncer cérvico-uterino, entre otros que estarían dentro de los renglones comerciables.

Sin embargo la misma empresa se ve involucrada a la vez en el desabastecimiento general de medicamentos dado por la ineficiente gestión, indisciplinas y otras cuestiones que no se abordan en las cíclicas  justificaciones del sector empresarial ante los acostumbrados incumplimientos: «Nuestra industria requiere un alto nivel de concentración y esfuerzo, y que los directivos y especialistas sean efectivos en la labor que desarrollan. Somos conscientes de que el desabastecimiento fue también responsabilidad de que algunas personas no cumplieran bien su trabajo o no fueran lo suficientemente agresivas para solucionar la situación en toda su magnitud.» Así expresaba a Granma el vicepresidente primero del Grupo Empresarial BioCubaFarma, Eduardo Martínez del país 1/12/2015.

Cabe mencionar como elemento entorpecedor la situación higiénica epidemiológica agravada en los últimos años con la reaparición del cólera en la isla y los constantes e inextinguibles brotes de dengues que ya van pareciendo endémicos. Así como otros factores como la situación del parque de transporte sanitario (incluyendo el de las clínicas), la falta de una debida y consolidada estrategia comercial, la inmovilidad y rigidez en los procesos contractuales y otros aspectos que responden a la lógica del control estatal que limita la creatividad e iniciativa individual más allá de lo personal a lo empresarial .

Por supuesto que Cuba puede llegar a ser referencia en el área y las autoridades lo saben de ahí la indicación; cuenta con un potencial humano que en el rapor, dedicación con el paciente y el trato humanitario es difícil de emular en la competencia regional incluso la de EEUU, lo cual es un valor agregado e imprescindible en la atención médica. La isla constituye un atractivo al turismo que va en aumento y aún conserva importantes estándares de salud, además de lograr innegables avances científicos sobre todo en la biotecnología.

Por tanto en principio la comercialización es un proyecto bien percibido pero su materialización a la escala propuesta dependerá de la superación de los mismos obstáculos que hoy frenan el desarrollo general del país y sus fuerzas productivas así como el debido ejercicio de equilibrio entre la intención y los cambios sociopolíticos inevitables que no terminan de interpretarse.

 

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David George

La Habana,1971. Licenciado en Terapia Física y Rehabilitación en UCMH. Escribe por afición sin mayor pretensión que su utilidad en el despertar y motivación de los lectores en los temas que trata. Pensando que el mérito de nuestra generación debe estar mas allá del sobrevivir, identifica a Somos+ como el movimiento con la expresión, el pensamiento y la conducta capaz de producir los cambios que aspira para Cuba.

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