Las ideas que nos quitaron la libertad

 

F de las ideas

 

 

Por: Rolby Milián

Escribir es tarea difícil, sobre todo de temas políticos, siendo estos irremediablemente siempre polémicos. Aun sabiéndolo, voy escribir  mi opinión sobre lo que ha sucedido en mi país en cuestiones político-sociales.

Comenzaré con un par de comentarios sobre el Comunismo, en particular del marxista.  Veamos: tengo al Comunismo como una asociación basada en la comunidad de los medios sociales de producción y los bienes que con ellos se producen, mediante la participación directa de sus miembros en un ámbito de vida colectiva.  A diferencia de lo que acontece en el socialismo, el comunismo implica el fin de la división social del trabajo y del dinero.

Bien, en una ojeada valiente a la filosofía del amigo Marx, veremos que ciertas reflexiones sugieren que en las sociedades capitalistas, la burguesía acumulará una cantidad siempre creciente de capital y bienes, mientras que las clases más bajas se harán más y más dependientes de los clases dominantes quedando al amparo de estas al no tener más remedio que vender su fuerza de trabajo por salarios miserables. Ahora yo pienso, el señor Karl propone luego en su teoría que la serie de procesos sociales que lleva al comunismo implantará irremediablemente la dictadura del proletariado. Entonces, ¿no es esto meramente un cambio de posición, donde la clase dominada pasa a ser dominante y viceversa?

Llegado a esta cuestión no puedo evitar recordar  a: ´´De la Genealogía de la Moral´´, del buen amigo Nietzsche, que siempre me acompaña. Friedrich encontraría un énfasis moral en este hecho, donde los siervos, en su moralidad digamos de la compasión, terminan por ver malo todo lo que de los señores viene; agregándose aquí en esta moralidad marxista el hecho de que el siervo predica sobre la maldad del señor intentando ocupar su lugar. Nada, que me parece como menos, irónico.

No pienso hacer -es algo que con toda probabilidad se sale de mi dominio cognitivo- una crítica teórica al comunismo ni mucho menos, si bien tengo mis propios argumentos a grandes rasgos basados en el devenir histórico de la humanidad, y un par de ideas conservadoras en su contra, me he propuesto hablar esta vez del caso de Cuba, que desde hace más de cincuenta años está sometida a un régimen que se declaró como tal.

En Cuba, la Revolución de 1959 fue conducida por jóvenes revolucionarios, (dirigidos a su vez por Fidel Castro) que no pertenecían al Partido Comunista. Pero éste se convirtió en fuerza hegemónica en la medida en que la economía del país se hacía cada vez más dependiente de la Unión Soviética (y todos conocemos bien la historia de este vecino), en gran parte debido al bloqueo económico que estableció Estados Unidos.

Antes de su victoria, Fidel Castro y los líderes de otros movimientos revolucionarios, redactaron el Manifiesto de la Sierra Maestra,  en el que se comprometieron a «celebrar elecciones generales para todos los cargos del Estado, las provincias y los municipios en el término de un año, bajo las normas de la Constitución del 40 y el Código Electoral del 43 y entregarle el poder inmediatamente al candidato que resulte electo».  Bueno, parece que a algunos de estos chicos (Fidel a la cabeza, insisto), no terminó haciéndoles mucha gracia esta idea después de tener tanto poder y ser aclamados por millones de gente;  y a pesar de haberse comprometido a celebrar elecciones dentro de 18 meses,  descartaron cumplir con ese compromiso luego del triunfo de la Revolución; planteando que los gobiernos anteriores habían sido perjudiciales para el pueblo de Cuba, imperando la corrupción y otros males, además de ser sumisos a los intereses de los Estados Unidos que intentarían manipular las elecciones. No fue hasta el 30 de junio de 1974 que se celebraron las primeras elecciones en Cuba, aunque fueron del tipo comunista como establece la ley cubana actual.

Ahora bien, lo que vino después, aderezado  ‘’a lo Stalin’’ por supuesto, en mi opinión es el inicio del fin, ¿el fin de qué?, pues de muchas cosas; de la unidad de familias, de la tranquilidad de las madres, de la férrea voluntad de muchos, también el fin del miedo, el fin de todo lo material y espiritual que se puede apostar en una vida y también el fin de la existencia de los abanderados de 1959. En el siguiente post comentaré un poco, sobre como ha reptado el comunismo castrista en las etapas siguientes a aquellas »elecciones». Un poco más del principio del fin, o de nuestro camino a entender que,  como nos dijo Hesse en su »Demian»; »…quien quiera nacer, tendrá que romper un mundo…»

 

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Rolby Milian

Nací en febrero de 1984. Licenciado en Matemática y Máster en Ciencias Matemáticas por la Universidad de La Habana. En 2011 realizo estudios PhD en Madrid. En 2013 me mudo a Tenerife. Actualmente coordino y dirijo la Academia de Matemática EasyMaths. Creo en la absoluta capacidad de los cubanos para crear un país próspero y democrático, Somos+ es mi decisión ciudadana de participar en la política de Cuba. Amante del café, la literatura, la rumba y la libertad.

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One comment on “Las ideas que nos quitaron la libertad
  1. Rolby, muy bueno el análisis.

    Nos propusieron algo y nos han dado otra cosa.

    Lo trágico son los que aun quedan engañados.

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