El corto PM: antesala del Quinquenio Gris

 

PELICULA PM DOS-Cuba

Imagen del corto PM

 

Por: Gretther Yedra

A raíz del “famoso” mensaje enviado en días pasados por Raúl a los intelectuales cubanos, el triste episodio de la separación definitiva de un periodista cubano de su centro laboral, y la posterior e indignante petición hecha por Aixa Hevia de expulsar del país al periodista uruguayo residente en Cuba Fernando Ragsverg, he querido sacar del lugar oscuro en que se hallaba el surgimiento del tristemente célebre Quinquenio Gris. ¿Cómo comenzó? ¿Qué desencadenó esta pesadilla real-socialista dentro de nuestra Isla?

Pasó hace medio siglo. La película se titulaba PM, trata sobre la noche habanera y tras 50 años todavía se sienten sus influjos.

El documental fue realizado por Orlando Jiménez Leal, a quien apoyaba, como editor, Sabá Cabrera, hermano menor de Guillermo Cabrera Infante.

Trabajaban en televisión. La Revolución había lanzado la alerta ante una invasión norteamericana de la isla. Y los informativos en los que trabajaba Orlando, entonces un camarógrafo de 18 años, le envió a buscar material que demostrara que la gente se estaba armando patrióticamente contra el invasor.

Regresó con cuatro minutos que decían todo lo contrario. La gente seguía la rumba; La Habana no había sido poseída, dice ahora el cineasta, ni por el miedo ni por la patria; «de hecho», dice, «una negra propuso: ‘Oye, chico, ¿y por qué en lugar de Patria o Muerte no decimos Patria o Lesiones leves?».

Ese material fue a la basura. El clima cultural que había en Cuba estaba marcado por Lunes de Revolución, la revista que dirigía Guillermo Cabrera Infante; en aquella atmósfera trabajaban Carlos Franqui y Néstor Almendros… Orlando creyó que se podía prolongar ese material para retratar La Habana de noche.

 

Guillermo y Sabá Cabrera Infante, junto a Orlando Jiménez Leal

Guillermo y Sabá Cabrera Infante, junto a Orlando Jiménez Leal

 

Se apoyó en Sabá Cabrera, y pusieron las cámaras, sin luces, ante paisajes nocturnos en los que la rumba y los tragos eran el paisaje que se movía, como sombras en la noche.

Filmaron en diciembre de 1960. Editaron el filme en enero, y percibieron «que alguien andaba espiando». Era Alfredo Guevara, factótum del cine cubano hasta hace pocos años. Estrenaron PM [Pasado Meridiano] en la tele. «Y la recepción fue muy buena». Néstor Almendros escribió en Bohemia: «He aquí una película corta cubana que resulta una auténtica joya del cine experimental».

Iba a ser, pues, una sorpresa, e iba a ser única, Néstor tenía razón. PM era, según el legendario cineasta cubano, «un pequeño filme (…) que recoge fielmente toda la atmósfera de la vida nocturna». «El procedimiento», proseguía, «no puede ser más simple: es el del cine espontáneo, el free cinema que tanto auge tiene ahora en el mundo».

 

#Cuba A la admiración siguió la bala de la censura, que ya estaba en posición de disparo. Clic para tuitear

 

A la admiración siguió la bala de la censura, que ya estaba en posición de disparo. Para el estreno en cines necesitaban la aprobación de una junta que aún obedecía leyes de Batista. Y fue entonces cuando se encontraron con la pared enfrente.

«La película no solo está prohibida sino que se halla confiscada», le dijeron a Jiménez Leal. La orden era de Guevara (Alfredo). Se desencadenó un tumulto que se llevó por delante las aspiraciones de libertad del grupo que nucleaba el mayor de los Cabrera Infante:  Guillermo.

Pero para llegar a esa disolución de facto de la naciente cultura nacida de la Revolución ocurrió un largo calvario, que incluyó de manera destacada el famoso discurso en el que Castro les dijo a los incriminados, en medio de un juicio que tuvo como escenario la Biblioteca Nacional: «Con la Revolución todo, contra la Revolución nada». A partir de ahí ha habido incesantes episodios.

 PM condujo al exilio, en uno u otro momento, a Guillermo Cabrera Infante, a su hermano Sabá, a Orlando Jiménez Leal, a Néstor Almendros, que tuvo una destacada participación en el repudio que desató la prohibición de la película. Miriam Cabrera Infante, la viuda de Guillermo, decía: «Se hizo para acabar con Guillermo y con el grupo de Lunes de Revolución».

¿Y por qué? Orlando cree que se aprovechó la circunstancia para lanzar un mensaje: todo tenía que ser revolucionario, o aparentemente revolucionario; la película «no glorificaba al hombre según la estética del realismo socialista; nosotros hacíamos, más bien, un surrealismo socialista; les pareció un reportaje irreverente. PM no podía ser».

En la reunión plenaria, de escritores con Fidel, este puso la pistola sobre la mesa, explicó que o se estaba con la Revolución o contra la Revolución. Y mandó parar, exactamente. «Ahí», dicho por Jiménez Leal, «se acabó la rumba, se terminó la fiesta». Néstor se fue gritando: «¡Eso le hizo Stalin a Eisenstein!».

Ahí ensayaron Fidel y sus compañeros lo que pasaría luego. «Lo de Heberto Padilla fue una versión remasterizada y en color de lo que pasó con PM. Ahí se inició la diáspora».

Esos 14 minutos marcaron la vida de muchos intelectuales cubanos. En este punto de la historia, comenzó el calvario que por un Quinquenio y más, llevaron los artistas cubanos. Para que la historia no se repita, debemos conocerla, para no cometer los mismos errores.

 

 

 

 

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Gretther Yedra Rodriguez

Nací en un pueblo de una hermosa ciudad el veinticuatro de junio de 1982. Crecí y me formé con unos padres que inculcaron en mí, más que amor por la revolución o por los líderes de esta, un inmenso amor a la Patria y a un Martí desconocido por muchos en nuestra Isla. Licenciada en Español y Literatura,  tuve el orgullo de ser maestra y de formar en mis alumnos valores y principios dignos de un ser humano. Creí, como muchos... y también me decepcioné. Una tarde, con mi niño de la mano y un montón de recuerdos, tristezas, inconformidades, algo de desasosiego y otro poco de incertidumbre, me marché de mi patria. Mientras el avión despegaba los versos de José María Heredia se asieron a mi maleta y desde entonces no me abandonan... No sería martiana, y mucho menos cubana si no luchara de algún modo por una Patria Libre. Tengo una fe inconmensurable en el movimiento Somos +, es por eso que desde mis palabras estaré con ellos.

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One comment on “El corto PM: antesala del Quinquenio Gris
  1. Gracias Gretther, esto no es más que otro «simtoma» de como una Revolución hecha para el pueblo se convirtió en una dictadura hecha contra el pueblo.

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