No es Eliecer Ávila. Es Cuba, somos todos nosotros

 

Por: José Manuel Presol

Llevamos un mal año, y un mes de Abril especialmente malo, que ha empezado con la represión ejercida contra Eliecer Ávila y ha continuado con las represalias sufridas por Karly, una compañera nuestra, universitaria. No sabemos por dónde, ni contra quien, pero estamos convencidos de que seguirá, como continuará la persecución contra nosotros y los compañeros de otras organizaciones. Puede ser contra alguien del interior, donde se sienten más “valientes” en su cobardía, pero también puede ser contra alguien del exterior, lanzando sus amenazas contra nuestras familias, como ya ha sucedido.

Pero no se trata de ellos, se trata de todos nosotros, se trata de todos los cubanos, y todos los cubanos formamos una nación que ahora es esclava, pero que será, no lo duden, libre. Esa Nación es Cuba.

Simplemente es que están sintiendo que su tiempo se acaba y el nuestro está llegando. Están enredados en su propia red, donde ya ni siquiera caben interpretaciones a sus propias leyes dictatoriales. Los mismos que las han escrito han dejado de interpretarlas y no les queda más remedio que quebrantarlas para sobrevivir, para darse un poco más de tiempo, para tener un pequeño aliento como sistema que les permita sobrevivir; saben que se termina.

Lo saben sus máximos dirigentes y lo saben todos los responsables intermedios. Estoy seguro que buena parte de los seguidores y colaboradores de base también lo saben, pero no lo dicen, pues tienen miedo, por una parte de “los de arriba” y, por otra, del “qué vendrá” y siguen obedeciendo órdenes y consignas, para que “ellos” tengan el poder.

Esos “de abajo” dense cuenta que de nosotros no tienen nada que temer, que ellos y nosotros somos lo mismo: víctimas. Víctimas  de un régimen tiránico que ha separado, para vivir, a amigos, vecinos, familiares, a los cubanos; un régimen que a todos nos ha perjudicado por igual y a todos nos ha utilizado de una forma u otra.

Se trata solamente de decidirnos todos a echarlos del poder y poner en su lugar a hombres y mujeres que respeten y acaten como norma suprema el ejercicio y el respeto de nuestros Derechos como ciudadanos.

Esos Derechos que soñaron para nuestra República hombres y mujeres como Agramonte, Agüero, Céspedes, Betancourt, Gómez (los dos, el blanco y el negro), Maceo, Figueroa y Martí.

Si hablamos de Derechos, pueden ser muchos, pero, para mí, hay tres fundamentales de los que surgen todos los demás derechos políticos:

Derecho a la Libertad de Pensamiento: Todos los ciudadanos cubanos tienen derecho a tener la forma de pensamiento que estimen oportuna, de acuerdo con sus creencias, formación y tradiciones; también a expresarla de forma pública, libre y pacífica, y a que ese pensamiento pueda desarrollarse recibiendo la debida educación.

Derecho a la Libertad de Comercio: Todos los ciudadanos cubanos tienen derecho a trabajar y a que el fruto de ese trabajo repercuta en la prosperidad suya, de su familia y de la sociedad en general; permitiendo, de esa forma, según la capacidad de cada uno, la acumulación de bienes y capital que, de una manera moral, justa, legal y honrada, resulte en un incremento de los recursos y servicios privados y públicos a disfrutar, todo ello defendido y apoyado por la Ley.

Derecho a la Libertad de Movimiento: Todos los ciudadanos cubanos tienen derecho a moverse libremente, en búsqueda de su beneficio, por todas las partes de la República y, si lo creen necesario, del extranjero; ya han pasado los tiempos en que un general americano impidió al cubano Calixto García entrar en Santiago, de la misma manera que están pasando los tiempos en que otro general, ahora “cubano”, prohíbe a los santiagueros y orientales vivir en La Habana. Y para ejercer ese derecho solo es necesario llevar en el bolsillo un Carné de Identidad o un Pasaporte que ponga República de Cuba.

Y una vez dicho esto, solo recordarles a todos nuestra obligación: “lucha tu yuca, taíno”; porque además, estén todos seguros, ellos son menos y nosotros Somos+.

 

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Jose Manuel Presol

Nací en la capital de “la Tierra más hermosa que ojos humanos vieran”, un 23 de septiembre de 1952. Salí un 30 de septiembre de 1967, con quince años recién cumplidos y, por el horizonte, empezaba a salir el Sol. No he regresado. Estudios superiores, medios o básicos en muchas cosas, fundamentalmente: Economía, Industria Alimentaria, Agroindustria, Finanzas y Gestión de Proyectos, Transporte, Logística. Vicioso de la lectura. Aficionado a la Historia. Miembro de Somos+. Espero volver algún día, mejor dicho: estoy seguro que volveré y que acabaré de ver salir el Sol.

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One comment on “No es Eliecer Ávila. Es Cuba, somos todos nosotros
  1. Acabo de venir de Cuba y nadie conoce del movimiento Somos + y cuando les menciono a Eliecer solo lo conocen por lo de la UCI.
    Creo que tienen que darse a conocer más en Cuba que el pueblo sepa que hay un grupo que está sacrificandose y luchando de una forma pacífica por la libertad de la Isla.
    Sé que la ayuda desde acá también es necesaria.
    Admiro y respeto al grupo y me encantaría que todo el pueblo sienta ese respeto y admiración.

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